jueves, 19 de enero de 2012

Una mañana en la asamblea...

Estos días de invierno, aprendiendo una poesía sobre un muñeco de nieve que se acababa derritiéndo, a los niños de 1º A les llamó mucho la atención el hecho de que el muñeco acabara convirtiéndose en el agua de un lago donde los niños se bañan en verano.
Decidimos pensar un poco y averiguar cómo ocurría este proceso y para experimentar un poco, Cristina trajo a clase un vaso con cubitos de hielo.
Después de comprobar su temperatura, tocarlos, escurrirse en nuestras manos, olernos, ver su color, etc, empezamos a observar que el suelo se estaba llenado de gotitas de agua.
- ¡Anda! ¿Por qué se derriten si no están al sol como el muñeco?
- ¡Ya lo sé, seño! Es que las manos están calentitas.
- Mmm...interesante. ¿Qué podemos tener en clase que esté más caliente que nuestras manos?
- ¡Un radiador! 
- ¿Y qué pensais que ocurriría si los ponemos en el radiador?
- ¡Se convertiría en un lago como el muñeco!
- Jajaja, más o menos. ¿Queréis que lo probemos?

Por unanimidad se decide poner el vaso con los cubitos en el radiador para ver qué ocurre y al momento observamos que ya hay algo de agua en el fondo, entre los cubitos, que con ayuda de la seño podemos trasvasar a otro vaso.
Así de rápido se nos ha hecho la hora de salir al recreo y cuando volvemos...¡sorpresa! ¡Tenemos un vaso de agua y los cubitos han desaparecido!
Experimentando, pensando, resolviendo problemas relacionados con la realidad y haciendo deducciones...¡aprendemos a aprender!
Los niños acabaron encantados con esta simple actividad.

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